Iba caminando por la calle de la secundaría, de pronto crucé la calle y te vi, no niego que al verte por primera vez no le di importancia al hecho de haberte visto. Sin embargo en la tarde cuando estaba en mi casa, me sentía aburrido y triste porque había perdido a un ser que me llenaba de alegría, pero que hoy no quería ver, no quería recordar, entonces decidí salir de mi casa a buscar a un clavo que sacara a ese clavo.
Cuando iba caminando por el centro te volví, a encontrar, pero esta vez, nuestras miradas se cruzaron, hubo un minuto de impacto entre nosotros dos, ambos quedamos paralizados, yo no sabía que hacer en ese instante, jamás una chava me había dejado paralizado, con su bella y enigmática mirada que solo las diosas tienen. En ese instante decidí dar el paso, empecé a hablarte. Te pregunte casi de todo, menos lo esencial “tu nombre”.
Al otro día te volví a encontrar y me saludaste, parecía que el destino estaba a favor de que nos encontráramos, parecía que estaba de acuerdo con lo que yo sentía ; esta vez decidí acompañarte hasta llegar a una cuadra antes de donde vives, de hecho no te pregunte si podía acompañarte, simplemente lo hice.
Fue en esos instantes al estar junto a ti, que descubrí que me habías latido mucho y que de ti estaba enamorado. De hecho deje de considerarte como aquel clavo que había ido a sacar a otro clavo. Empecé a considerarte como un ser maravilloso, como el segundo que le da sentido a mi vida, como lo mas grandioso, como lo mas importante de mi monótona vida.
Pasaron tres días sin verte, me sentía desesperado, no sabía lo que iba a hacer si no te veía, tenía la necesidad de verte y de pronto te vi, mi corazón empezó a latir más rápido , sentí esa cosquilla en la panza que solo aparece cuando estas. Me acerque a ti y te salude, te dije que me daba alegría volver a verte, tu me dijiste que solo habían pasado tres días y yo te dije que tres días sin verte, es como no haberte visto durante tres años y así seguimos platicando durante una hora, la cual no quería que acabara, te volví a acompañar y seguimos platicando de nuestra vida y de nuestra forma de ser, en si lo que estábamos haciendo era conocernos.
Dure cuatro meses conociéndote, cuatro meses en los que el destino estuvo a favor de lo nuestro, encontrándonos a cada instante, platicando de cualquier cosa, cuatro meses haciendo reír, cuatro meses acariciando el cielo.
Hasta que un día, nuestra bella amistad termino así por así. Simplemente termino forma más estúpida posible que pueda existir. Termino por una maldita y estúpida flor .
Sin embargo tu bien sabes que te regale ese clavel como símbolo de nuestra amistad y me dolió mucho que el clavel que te di lo hayas regalado, sin embargo a pesar de eso seguimos como amigos, yo ya había olvidado lo que habías hecho y sin embargo pude notar claramente que querías que me alejara de ti, porque justamente una vez que te vi, te grite seis veces y tu me mandaste al diablo, me ignoraste y simplemente al otro día que me acerque a preguntarte el por que de ignorarme , tu simplemente dijiste que no me habías escuchado, en ese momento supe claramente que estabas mintiendo, sin embargo tu no me querías hablar y ese era mi coraje.
Una vez te encontré en un ciber con tu prima, al entrar al ciber ,me puse nervioso, mis manos empezaron a temblar, mi mente estaba solo pensando en hablarte, más nada se me ocurría , entonces cuando saliste del ciber decidí lanzarte una indirecta, lo único que quería en ese momento era escuchar tu voz y vaya que la escuche, discutimos de calle a calle, ambos estábamos con un ego de lo peor. Reconozco que esa discusión fue la gota que derramo el vaso o mejor dicho fue el pretexto ideal para que me dejaras de hablar .
Muchas veces intente hablarte, más tu huías de mi y eso me hizo sentir de lo peor, otras veces te mandaba correos para ver si algún día iba a volver a recuperar tu amistad, supe que regalaste la antología de poemas y pensamientos que te había regalado, además tus correos fueron muy claros , no quieres saber nada de mi.
Y ahora me siento triste y solo por que ya llevamos 10 semanas sin dirigirnos la palabra.
Lo que un día fue bello, hoy se fue al carajo.
Solo espero que cuando leas esto, primeramente te llegue al corazón y después comprendas que lo nuestro se fue al carajo por ser tan orgullosos. Pero a pesar de eso aún te llevo en mi alma.
¿sabes? Que a pesar del daño letal que me hiciste, rompiendo mis sentimientos y mandándolos al vació, diciendo que yo soy un ser de lo peor, que te harte por mi forma de ser, que los grandes y maravillosos momentos que pase junto a ti, no valen para ti absolutamente nada, no te guardo rencor.
Se claramente que para ti, mi amor nunca fue algo de aprecio, al contrario es una maldición, lo que yo aún siento por ti y es hasta ahora, que comprendo que no valió la pena todo lo que trate de hacer para ganarme tu amor. Solo se que mi corazón te podrá querer demasiado, porque es un corazón masoquista más sin embargo jamás volverá a tratar de regresar con una persona de alma muerta y sentimientos atrofiados por el maldito rencor.
Muchas ocasiones he estado a punto de mandarte una carta, para hacerte ver que yo no soy el único culpable de que se haya terminado nuestra relación. Muchas veces he estado a punto de correr y agarrarte del brazo, para pedirte una sola explicación del por que me dejaste de hablar y me contengo por que se que no vas a hacerme caso y tus miradas dicen más que tus labios.
Talvez lo nuestro se perdió por una estupidez, sin embargo se que cada sin ti, es como estar en el desierto solo y sin agua.
|